...Con estruendo, dividida en innumerables brazos, la ola rompió de forma salvaje contra la arena y un mar de salpicaduras voló por los aires, como producto de una explosión, y alcanzó el malecón donde yo me encontraba. Refugiado detrás del malecón, dejé que las salpicaduras me pasaran por encima. Aquella rociada de agua que había sobrepasado el rompeolas sólo alcanzó a mojarme la ropa. Luego, subí apresuradamente a lo alto del malecón y dirigí la mirada hacia el mar. Las olas habían rotado sobre sí mismas y, en aquel momento, retrocedían llenas de energía hacia alta mar con un rugido salvaje. Parecía que, en el fin del mundo, alguien estuviera tirando con todas sus fuerzas de una gigantesca alfombra. Agucé la vista, pero la silueta de K no se veía por ninguna parte, de un momento a otro la calma volvió, pero era una calma de colores, el cielo estaba completamente despejado y el mar se vistió con todos sus colores y brillos, el momento en que K fue raptado por las olas, su verdadero poder se reflejó. De la marea salió un reflejo hermoso y con un estruendo de repente todo volvió a la normalidad.
Volví a casa y como para no ser suficiente la perdida de mi amigo, debía dar la noticia a sus padres, afortunadamente fue fácil; mi padre me encontró llegando a casa, y la noticia simplemente salió de mi, sin explicaciones, ni mayor expresión, mi padre atónito fue quien dio la noticia a los padres de K.
Noches después, comencé a tener sueños en los que K venía a mi con un mensaje muy importante pero su voz era ahogada por una enorme ola que lo regresaba al fondo del mar.
Tiempo después del accidente y de mis recurrentes pesadillas, llegando a casa comenzó a caer una tormenta y corrí a casa para refugiarme en ella, en cuanto abrí la puerta una ola me sumergió dentro, quedé inconsciente por el impacto, y al despertar me encontraba en una habitación bastante particular, pero lo que más me impactó fue ver a K.
Habían pasado dos años desde que una ola se lo había tragado frente a mis ojos, estaba impactado lo único que me importaba en ese momento era la alegría que sentía al verlo vivo, y tan poderoso, se acercó a mi, me abrazó, hicimos nuestro saludo secreto y me dijo: amigo mío mi destino siempre fue reinar en los mares, no fue una casualidad que no me hubieses salvado, ahora puedo realizar la labor de mi destino, pero no podía hacerlo del todo sabiendo que te estabas así de deprimido, tengo muy poco tiempo pero, no te preocupes, perdonate y sigue adelante...
Desperté en la entrada de mi casa, con un fuerte dolor de cabeza, simplemente no podía creerlo, ¿era una manifestación paranormal de mi amigo muerto?, ¿era una alucinación por mi depresión?. No lo sé. Esa noche y por unas semanas más mis pesadillas desaparecieron, mi miedo cesó y sentía un raro descanso dentro de mi, con el pasar de las semanas mi vida cambió por completo. No solo volvió a brillar el sol en mi vida, sino que logre alcanzar un nivel de paz que hizo que mi vida sea lo que hoy es, como si K la llenara de los colores del mar y de su fortaleza.
Todos en la sala aplaudieron, al final del relato del séptimo hombre se dio por concluida la sesión de empoderamiento con los empresarios más exitosos del país.
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